AMOR PERDIDO

Cuántas veces te había soñado, cuantas veces te imaginé, te ví como una sombra sin rostro, pensando si existirías. Te busqué y te busqué, pero cuanto más deseaba encontrarte, más larga se hacía la espera de hallarte. Pero fue sin pensar en tu búsqueda, cuando te cruzaste en mi corazón. ¡Que ironías de la vida! Empecé a ser consciente de que eras tu el hombre que sin rostro aparecía en mis sueños, ese que tanto había buscado, ese tanto soñado. Desde entonces, desde que te conocí, ya no soñaba con una sombra sin rostro, ya te veía a ti, con esa sonrisa en los labios, con esa profunda mirada. Ya no necesitaba nada más, ya te tenía a ti, pensé que eras mi único motivo por el que la vida tenia sentido. Solo pensaba en nosotros dos, en nuestro amor, sin pensar en el sentimiento que podría llegar: el dolor. Sin pensar en él, me dejé llevar cuando nuestros cuerpos ansiaban tenerse el uno al otro. Quería que nos perdiésemos en la infinitud, unirnos en cuerpo y alma, en una sola cosa, la cosa más bella del universo. Quería sentir tu piel junto a la mía, volar en nuestro mundo de fantasía y ensueño. Los dos supimos que debía ocurrir lo inevitable, el amor nos vencía, nos inundaba totalmente. El uno al otro nos quitábamos la ropa, mientras tu me cantabas al oído, con esa embriaguez que nos envolvía. Acariciabas mi cuerpo con las yemas de los dedos, y yo te miraba fascinada, besándote sin saciarme... me entregué a ti, fui tuya como nunca ninguna lo había sido. Dejaba así, atrás mi inocencia de niñez, porque en tus brazos pasé de niña a mujer.
Ese fue nuestro último día, el más inverosímil nunca más vivido. Ya dejaba atrás ese pueblo, donde tantas cosas viví, y llorando en el coche, miraba por la ventanilla, despidiéndome de cada edificio, de cada momento que viví, de la infinitud del mar que se unía al cielo. Todo cambió, todo quedó en el pasado, aunque me prometiste que volveríamos a vernos, que siempre me llevarías en tu corazón. Pero la distancia todo lo estropeó, porque bien sabes que es enemiga del amor, y en este caso lo venció.
Ahora que todo quedó atrás, mucho tiempo ya ha pasado, pero no creas que te he olvidado, porque a cada segundo te llevo en mí, me acuerdo de ti. Lo siento, pero te me grabaste en el corazón, la nostalgia me llena por completo, ¿por qué no puedo olvidarte? Lloro y lloro en la oscuridad de mi cuarto, pensando en qué harás, en que pensarás, con quién y dónde estarás. ¿Por qué ya de mi te olvidaste? Es ahora cuando el dolor no me deja vivir, mi agonía es y será estar sin ti. Yo todavía te quiero, y tu nunca lo sabrás, pero sí que solo espero que algún día te vuelva a encontrar. Sueño con despertar a tu lado, con volver a sentir tus abrazos para que consuelen este sufrimiento que cada día me mata. Solo quisiera que supieras que como yo te he querido y te quiero, nadie te jamás te querrá.
0 comentarios